Fiesta de LA CANDELARIA
Es la fiesta de la Presentación
del Señor y de la Purificación
de la Virgen
presente en el evangelio de S. Lucas, capítulo 2. Es también la fiesta del Primer
Dolor de la Virgen.
En griego es llamada Hypapante: Cuarenta días después de Navidad, Jesús fue
conducido al Templo por María y José, y lo que podía aparecer como cumplimiento
de la ley mosaica era realmente su encuentro con el pueblo creyente y gozoso,
manifestándose como luz para alumbrar a las naciones y gloria de su pueblo
Israel.
La festividad de hoy, de la que tenemos el primer testimonio en el siglo IV en
Jerusalén, conmemora que, conforme a la ley de Moisés, María fue al Templo de
Jerusalén, a los cuarenta días del nacimiento de Jesús para ofrecer su
primogénito y cumplir el rito legal de su purificación como mujer. Este acto de
obediencia a un rito legal, al que no estaban obligados ni Jesús ni María,
constituye la última lección de humildad del gran misterio navideño que se inició
con el Hijo de Dios naciendo en un pesebre. El encuentro del Señor con Simeón y
Ana en el Templo acentúa el aspecto sacrificial de la celebración y la comunión
personal de María con el sacrificio de Cristo, pues cuarenta días después de su
divina maternidad la profecía de Simeón le hace vislumbrar las perspectivas de
su sufrimiento: “Una espada te atravesará el alma”: María, gracias a su íntima
unión con la persona de Cristo, queda asociada al sacrificio del Hijo.
Este triple aspecto, Presentación de Jesús, Purificación de la Virgen y Primer Dolor de la Virgen como Preludio de la Semana Santa , fue
muy valorado en la antigüedad, tanto que el emperador Justiniano decretó el 2
de febrero día festivo en todo el imperio de Oriente. Hoy, en la iglesia
católica tiene máxima categoría: Solemnidad.
Roma adoptó la festividad a mediados del siglo VII, y el Papa Sergio I
(687-701) instituyó la más antigua de las procesiones penitenciales romanas,
que salía de la iglesia de San Adriano y terminaba en Santa María Mayor. El
rito de la bendición de los cirios, del que ya se tiene testimonio en el siglo
X, se inspira en las palabras de Simeón: “Mis ojos han visto tu salvación,
que has preparado ante la faz de todos los pueblos, luz para iluminar a las
naciones”. Y de este rito significativo viene también el nombre popular de
esta fiesta: la así llamada fiesta de la “candelaria”. Durante los siglos XVI,
XVII y XVIII era considerada la última de las fiestas navideñas y los belenes
no se quitaban hasta pasado el día 2 de febrero.
En
nuestro pueblo las primeras referencias a la misma las encontramos en las
cuentas de 1662. Hasta la década de los 60 del pasado siglo XX fue día festivo
local, con procesión matutina y Misa mayor. Cuando la Virgen del Rosario pasó de
celebrarse el primer Domingo de octubre a hacerlo en su festividad (7 de
octubre) la fiesta laboral se suprimió. Hoy nos queda la bendición de los
niños, el paso de los mismos por el manto de la Virgen , la Misa y el sorteo de las
tortadas de la
Candelaria. Todo por la tarde.