Tradicionalmente, la fiesta del Bautismo de Jesús se celebraba el día 6 de enero junto con otros dos eventos evangélicos bien conocidos: la Visita de los Magos de Oriente y las Bodas de Caná,
manifestaciones las tres de la Epifanía (majestad) del Señor. Es más
que posible que en algún momento de la vida del paleocristianismo, y de
manera parecida a cómo aún hoy continúa siendo entre los cristianos
armenios, se celebrara también en la misma fecha el propio nacimiento de
Jesús.
El Bautismo de Jesús. Giotto, Capilla Scrovegni, c. 1305. |
No es el último cambio que sufre la festividad, pues en 1969, Pablo VI
volverá a trasladar su fecha, dándole esta vez, al igual que sucede con
tantas otras fiestas del calendario cristiano (Domingo de Gloria,
Domingo de Resurrección, Pentecostés, etc.), carácter móvil, y
emplazándola en el primer domingo posterior a la fiesta de la Epifanía
el 6 de enero. Una fiesta que este año hemos celebrado ayer mismo, 8 de
enero, y que, en cualquier caso, pone fin al ciclo litúrgico que se da
en llamar “tiempo de navidad”, al que sigue desde el día siguiente el
primer "tiempo ordinario" del año (después de Semana Santa se inicia el
segundo).
Benedicto XVI bautizando a un niño ayer domingo, Bautismo del Señor |
Mientras la Iglesia Anglicana celebra el bautismo de Jesús de manera parecida a como lo hace actualmente la Iglesia de Roma, separándolo pues de la Visita de los Magos, las iglesias ortodoxas suelen hacerlo como lo hacía antes la Iglesia Católica, es decir, como una más de las celebraciones epifánicas del 6 de enero.
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