lunes, 28 de julio de 2014

FIESTA DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES











ORIGENES DE LA DEVOCIÓN
E ICONOGRAFÍA DE
LA VIRGEN DE LAS NIEVES

              Cuenta una piadosa tradición que en la ciudad de Roma, en el s. IV, siendo Papa S. Liberio y emperador Constancio,  la Virgen Santísima inspiró a unos buenos y ricos patricios que levantaran una iglesia en el lugar que encontrasen  cubierto de nieve precisamente en los días  de mayor calor en Roma.

               Aquel lugar fue el monte Esquilino y sobre el se levanta la Basílica de Santa María la Mayor. Desde  entonces la Iglesia celebra cada 5 de  Agosto  aquel milagro de la Virgen, bajo la advocación de la Virgen de las Nieves o de la Virgen Blanca. De Ella dijo Quevedo:

“Del Sol, aunque siempre Blanca,
no me ofende del arrebol,
porque me conoce el Sol”.
.
      Con estos versos, el poeta no solo hace referencia a la maternidad virginal del hijo de Dios, sino a la inmaculada concepción de la Virgen María. Y es que durante toda la edad Media y parte de la edad Moderna  esta fiesta estuvo ligada al entonces misterio concepcionista.





DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE LAS NIEVES EN LORQUÍ





La devoción a la Virgen de las Nieves es, igualmente, muy antigua. La imagen se veneraba en su ermita propia erigida sobre el cabezo de Escipión[1]. Tuvo tierras propias con cuyas rentas se mantenía el templo y se costeaban sus fiestas de agosto. Sabemos que en las mismas se celebraba misa con predicación y conocemos los emolumentos cobrados por los predicadores gracias a las anotaciones  existentes en el libro de fábrica propio. Según Lisón las tierras sobre las que se elevaba la ermita pertenecían a Diego Barba Valenzuela en las postrimerías del S. XVII. Poco sabemos sobre el fundamento ilorcitano de esta devoción. No es nada común en nuestra provincia. Ricardo Montes en el libro que coordinó sobre los 200 años de la terminación del templo parroquial de Lorquí, apunta que es patrona de la pedanía ceheginera de  El Escobar. Sin embargo si ampliamos nuestro marco geográfico a la antigua diócesis de Cartagena y antiguo reino de Murcia nos encontramos con numerosas imágenes de la Virgen de las Nieves en la actual provincia de Albacete. En relación con estos últimos datos podemos observar la común pertenencia de Cehegín y Lorquí a la orden santiaguista y que la familia de D. Diego Barba Valenzuela procedía de Lietor[2], villa que también fue solar de los caballeros de Santiago y de la que fue patrona la Virgen de las Nieves con anterioridad a la Virgen del Espino y la actual del Carmen.[3] En relación con la ermita sabemos de sus características por la descripción de Lozano en 1794[4]. Se trataba de un cuadrilátero casi perfecto de 17 metros de lado y tuvo una vida accidentada. Podemos anotar la reparación de 1680 en la que se cimbraron los arcos, se enladrilló y se retejó. Todo por un coste de 1680 reales.[5] 35 años después el visitador ordena trasladar la imagen a la parroquial y demoler la ermita por su mal estado. Sin embargo, en 1717, el obispo Belluga, tras visitarla, anula el derribo. Dos años después, en una nueva visita episcopal, manda “Que se inicien las obras de restauración de la ermita con los 600 reales del superávit del año anterior y con las rentas futuras del arrendamiento de la pieza de la virgen. Y que no se haga fiesta a la Virgen hasta la total reedificación de la ermita”[6]. Cien años después, en 1823, el obispo Antonio de Posada Rubín de Celis es recibido en la ermita y su aspecto era deplorable[7]. No obstante se mantuvo hasta las primeras décadas del silgo XX y los fieles seguían subiendo cada 25 de marzo para el Rosario de la Encarnación. Finalmente, anotar, que los pequeños edículos de las estaciones del Vía Crucis partían de esta ermita y finalizaban en el cabezo de los Pasos (actual mirador de la ermita) donde se encontraba la ermita del Santo Sepulcro[8].
Respecto a la imagen nada sabemos sobre su autor. En el ya precitado libro de fábrica propio hay anotados varios gastos sobre la misma: en 1675 se le hace “un manto de tafetán color caña y (….) con guarnición”, en 1695 el pintor lorquino José Mateo pinta un cuadro de la Virgen de las Nieves, presumimos que para la parroquial.[9]  En 1721, el obispo Belluga, de nuevo en visita pastoral, manda que se retoque la imagen de Ntra. Sra. de las Nieves, cosa que hizo el pintor murciano Juan de Escobar.[10]  Nada sabemos sobre la imagen y su devoción en lo que resta del setecientos y durante todo el ochocientos. Tenemos nuevas noticias en el primer tercio del XX, ya en el templo parroquial, con descripciones de la imagen en todos los inventarios anteriores a 1936[11]. La efigie se veneraba en el altar mayor, sobre una ménsula a la izquierda de la hornacina central. Se trataba de una imagen de bulto redondo, en madera policromada y estofada. Su tamaño  era inferior al natural y portaba al Niño Jesús en su brazo izquierdo. Se conserva una fotografía borrosa de los años 20 del pasado siglo en la que se aprecia una escultura de caracteres barrocos. Fue destruida en 1936. No sabemos cuando perdió el patronazgo a favor de la Virgen del Rosario. Intuimos que perdidas sus rentas tras la desamortización, y sin mayordomía o cofradía que se encargase de su culto, las fiestas dejaron de celebrarse y la devoción decayó[12]. Quizás, por esto, no contamos con un simulacro de Ntra. Sra. de las Nieves entre las reposiciones de posguerra. Habrá que esperar hasta 2002 para que se encargue la efigie actual, de vestir y tamaño académico, al imaginero de Guadalupe Francisco Liza Alarcón. Ese mismo año fue bendecida y proclamada patrona de la pedanía ilorcitana de Los Palacios Blancos.


[1] Libro de fábrica de la Ermita de Ntra. Sra. de las Nieves. 1664-1724. Archivo parroquial de Santiago Apóstol de Lorquí.
[2] D. Diego Barba Valenzuela era hijo de Esteban Barba Valenzuela. Fue escribano de Archena y aparece como el mayor propietario entre los seculares en el Catastro de Ensenada. Casó con Rita Moreno, también de Archena.
[3] “El Tesoro de Lietor necesita ayuda”. La Verdad. Es. Edición Albacete. 30-01-2011.
[4] “…los lienzos de su pared seas tapial de cal, no obstante sus cimientos son enteramente romanos. La argamasa petrificada, chinas, pelotones que se mezclan y su diámetro quasi de cinco palmos no dexan la menor duda. Todo es un cuadrilongo perfecto como de cinco varas. La muralla que guarnecía este cuadro no existe ya; pero la conocieron algunos de los naturales…..”.
[5] La carpintería la realizó Pablo Marín, carpintero de Molina, y las tejas se bajaron por el río desde Archena. Que se inicien las obras de restauración de la ermita con los 600 reales del superávit del año anterior y con las rentas futuras del arrendamiento de la pieza de la virgen. Y que no se haga fiesta a la Virgen hasta la total reedificación de la ermita. 
[6] Libro de fábrica entre 1664 y 1722. Archivo parroquial de Santiago Apóstol de Lorquí
[7] Archivo parroquial de Santiago Apóstol de Lorquí.
[8]Lorquí todo es antigüedades, el suelo del pueblo,  por donde cruzan visibles las argamasas, los cimientos de la ermita fabricada en el monte llamado Scipión; los dos castillos que se miran frente a frente en dos montes bastante elevados y que hacen como una garganta para entrar en Lorquí por su norte. (………………..) Algunas pequeñas ermitas o pasos del Vía Crucis llegan hasta la eminencia, y su obra, aunque reciente se ve quaxada de pelotones embutidos en argamasa romana”. LOZANO, Dr. D. JUAN: Bastitania y Contestania del Reyno de Murcia con los vestigios de sus ciudades subterráneas. Murcia. 1794
“Breves nociones históricas de Lorquí”. D. José Pelegrín. Revista El Centenario. Lorquí. Septiembre de 1927.
[9] José Mateo Ferrer, entendido además en nivelar cauces de agua, era un pintor elegante, aunque de dibujo descuidado. Falleció en la Ciudad del Sol en 1700 y la mayor parte de su obra está en el santuario lorquino de la Virgen de las Huertas. Ricardo Montes Bernárdez (coordinador) “Historia de la Iglesia de Santiago Apóstol de Lorquí.”.  1999
[10] Entre otras cosas también ordenó “que el cura  enseñe la doctrina cristiana a todos los niños y niñas los domingos después de Misa Mayor (bajo pena de 6 RR. de multa por cada Domingo que dejara de hacerlo). Que se den tres toques para llamar a misa, el primero media hora antes. Que visite a los enfermos y les ayuda a bien morir. Que diga la misa de 9 a 10 y cuando sea tiempo de simiente la diga a la hora que mejor convenga a los vecinos. Que se de a un muchacho que asiste a la iglesia 20 RR cada año, un par de alpargatas y una sotana. Que el Sto. Cristo que está en la sacristía sea enterrado y se haga uno nuevo para los rosarios de la Aurora y que se retoquen las imágenes del Sto. Cristo grande y de Ntra. Sra. De las Nieves. Lo hizo el pintor murciano Juan de Escobar por 188 RR y también pinto un Sto. Cristo para el púlpito. También manda que se hagan dos escalerillas de madera teñidas de negro para el Desenclavamiento.” Que se inicien las obras de restauración de la ermita con los 600 reales del superávit del año anterior y con las rentas futuras del arrendamiento de la pieza de la virgen. Y que no se haga fiesta a la Virgen hasta la total reedificación de la ermita.
[11] Inventarios de 1913, 1914, 1919, 1921,  1925,  1930 y 1935. 
[12] En los dos documentos del XVIII con referencias a las mayordomías existentes en Lorquí no se menciona la existencia de una mayordomía o cofradía de la Virgen de las Nieves. En la anotación de 1755 se nombras las cofradías del Stmo. Sacramento, Ánimas Benditas, Virgen de los Remedios y Virgen del Rosario. En la supresión de 1770 a las cuatro “mayordomías” anteriores suma la de S. José.

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