sábado, 14 de junio de 2014

DCCLXXV Aniversario de la Institución de la Fiesta del Corpus Christi

HISTORIA DE LA SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI A fines del siglo XIII surgió en Lieja, Bélgica, un Movimiento Eucarístico cuyo centro fue la Abadía de Cornillón fundada en 1124 por el Obispo Albero de Lieja. Este movimiento dio origen a varias costumbres eucarísticas, como por ejemplo la Exposición y Bendición con el Santísimo Sacramento, el uso de las campanillas durante la elevación en la Misa y la fiesta del Corpus Christi. Santa Juliana de Mont Cornillón, por aquellos años priora de la Abadía, fue la enviada de Dios para propiciar esta Fiesta. La santa nace en Retines cerca de Liège, Bélgica en 1193. Quedó huérfana muy pequeña y fue educada por las monjas Agustinas en Mont Cornillon. Cuando creció, hizo su profesión religiosa y más tarde fue superiora de su comunidad. Murió el 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses y fue enterrada en Villiers. Desde joven, Santa Juliana tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre anhelaba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haber intensificado por una visión que tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad. Juliana comunicó estas apariciones a Mons. Roberto de Thorete, el entonces obispo de Lieja, también al docto Dominico Hugh, más tarde cardenal legado de los Países Bajos y a Jacques Pantaleón, en ese tiempo archidiácono de Lieja, más tarde Papa Urbano IV. El obispo Roberto se impresionó favorablemente y, como en ese tiempo los obispos tenían el derecho de ordenar fiestas para sus diócesis, invocó un sínodo en 1246 y ordenó que la celebración se tuviera el año entrante; al mismo tiempo el Papa ordenó, que un monje de nombre Juan escribiera el oficio para esa ocasión. El decreto está preservado en Binterim (Denkwürdigkeiten, V.I. 276), junto con algunas partes del oficio. Mons. Roberto no vivió para ver la realización de su orden, ya que murió el 16 de octubre de 1246, pero la fiesta se celebró por primera vez al año siguiente el jueves posterior a la fiesta de la Santísima Trinidad. Más tarde un obispo alemán conoció la costumbre y la extendió por toda la actual Alemania. El Papa Urbano IV, por aquél entonces, tenía la corte en Orvieto, un poco al norte de Roma. Muy cerca de esta localidad se encuentra Bolsena, donde en 1263 o 1264 se produjo el Milagro de Bolsena: un sacerdote que celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la Consagración fuera algo real. Al momento de partir la Sagrada Forma, vio salir de ella sangre de la que se fue empapando en seguida el corporal. La venerada reliquia fue llevada en procesión a Orvieto el 19 junio de 1264. Hoy se conservan los corporales -donde se apoya el cáliz y la patena durante la Misa- en Orvieto, y también se puede ver la piedra del altar en Bolsena, manchada de sangre. El Santo Padre movido por el prodigio, y a petición de varios obispos, hace que se extienda la fiesta del Corpus Christi a toda la Iglesia por medio de la bula "Transiturus" del 8 septiembre del mismo año, fijándola para el jueves después de la octava de Pentecostés y otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la Santa Misa y al oficio. Luego, según algunos biógrafos, el Papa Urbano IV encargó un oficio -la liturgia de las horas- a San Buenaventura y a Santo Tomás de Aquino; cuando el Pontífice comenzó a leer en voz alta el oficio hecho por Santo Tomás, San Buenaventura fue rompiendo el suyo en pedazos. La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta. Pero el Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y, en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. En 1317 se promulga una recopilación de leyes -por Juan XXII- y así se extiende la fiesta a toda la Iglesia. Ninguno de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV, y se hicieron bastante comunes a partir del siglo XIV. La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306; en Worms la adoptaron en 1315; en Strasburg en 1316. En Inglaterra fue introducida de Bélgica entre 1320 y 1325. En los Estados Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad. En la Iglesia griega la fiesta de Corpus Christi es conocida en los calendarios de los sirios, armenios, coptos, melquitas y los rutinios de Galicia, Calabria y Sicilia. Finalmente, el Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad; y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. HISTORIA DE LA FIESTA EN NUESTRO PUEBLO Sabemos que en 1755 ya existía la Mayordomía del Stmo. Sacramento y que la misma, junto con las restantes existentes, fue suprimida en 1770. No obstante en 1775, D. Diego Ponce de León, cura párroco de Lorquí, solicita la erección canónica de una cofradía del Stmo. Sacramento y Benditas Ánimas del Purgatorio. El obispo aprueba sus estatutos el mismo año. Su existencia se prolonga hasta mediados del pasado siglo XX, en que durante el curato de D. Juan Navarro, dejó de celebrar sus actos de culto. Los cambios que ya se avecinaban en la Iglesia, el secular desinterés de nosotros por nuestras tradiciones, la profunda división social y depresión moral que se sufrían desde la Guerra Civil y la manifiesta hostilidad del párroco, explican la inacción de una Hermandad del Santísimo que se encargaba tanto de la Festividad del Corpus, como del Monumento Eucarístico de Jueves Santo, la Procesión de Impedidos para el cumplimiento Pascual, el Triduo de Desagravio durante el Carnaval y los Manifiestos Eucarísticos todos los últimos Domingos de cada mes. Aquí os dejo algunas fotografías de procesiones del Corpus antiguas y no tan antiguas. La primera se corresponde con una procesión de Cumplimiento Pascual o de Impedidos. Una procesión en la que el Santísimo, reservado en el copón, es llevado a los enfermos e impedidos para que reciban la Comunión. Se realizaba en la mañana de uno de los domingos de Pascua, normalmente el segundo domingo de Pascua o Domingo "in Albis". La actual la fechamos en el primer lustro de los 50 del pasado siglo tanto por el vestuario de los participantes, como porque el sacerdote es D. Daniel Moreno, que dejó nuestra parroquia a finales de 1954.
Estas dos corresponden a procesiones con el anterior párroco, D. Nicolas Poyato Bernabé, y a estaciones del Santísimo en el altar que se instala en la C/ Goya:
Las dos últimas son más antiguas, de las décadas de 1940 o 1950. Se corresponden con el altar que ahora instala Dña. Judica Devesa Brustenga y que con anterioridad lo montaba su madre Dña. Isabel Brustenga Martínez. El Niño Jesús que corona el altar piramidal de gradas es el que adquirió la parroquia en 1940 y que procesionaban los niños de Primera Comunión la tarde del Jueves de la Ascensión. La fotografía de la izquierda situa el altar en el interior del amplio zaguán de la casa familiar en la calle del Reloj; la de la derecha lo sitúa en medio de la actual calle de la Reina: La última fotografía que mostramos se corresponde con el altar eucarístico del Corpus más antigua que conservamos. Se trata del montaje realizado por Dña. Concepción Alcaraz con el Niño Jesús Resucitado que había regalado a la parroquia D. Isidoro Sánchez Jover en 1905 y que desapareció en 1936:

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