jueves, 6 de marzo de 2014

BESAPIÉ A NTRO. PADRE JESÚS NAZARENO









1º VIERNES DE MARZO. EL CRISTO DEL RESCATE

            El Primer Viernes de Marzo es el día en el que los devotos de Ntro. Padre Jesús Nazareno nos acercamos a nuestro templo parroquial para  besar el pie de tan venerada imagen. En nuestro pueblo la tradición arranca de 1981 cuando su camarera, Antonia Asensio, consulta con el párroco D. Ramón la posibilidad de exponer la imagen en devoto besapié y el citado párroco acepta. De este modo adoptamos en Lorquí una costumbre firmemente asentada en Murcia desde los años 40 del pasada siglo y que, a su vez, deriva de la costumbre originada en torno a la Primera Imagen de Jesús Rescatado, conocido por  todos como Cristo de Medinaceli, en Madrid.

“Adentrarse en la historia de Jesús de Medinaceli es recorrer el más emocionante periplo que una imagen y su devoción pueden llegar a vivir. La imagen del Cristo es barroca de la primera mitad del siglo XVII, con 1,73 metros de altura. De talla completa, puede ser presentada sin vestir. Su rostro refleja el sufrimiento y al mismo tiempo la paciencia aun sabiendo que su destino final era la cruz. Fue tallada en Sevilla, lo que explica que su iconografía es la correspondiente a los Cristos llamados "de la Sentencia". La autoría de la imagen no está clara, aunque los expertos la atribuyen al imaginero Francisco de Ocampo. Fue llevada por los HH. MM. Capuchinos a la plaza fuerte de Mámora (Marruecos), para culto de los soldados españoles. En abril de 1681, cayó la ciudad, y la imagen cae prisionera de los moros, en manos del sultán Muley Ismail, que decide enviarla a la ciudad de Mequinéz como muestra de la victoria. En Mequinéz, es arrastrada y tirada por las calles para que la gente pudiera mofarse de ella. La rescatan los Trinitarios, que se dedicaban a conseguir dinero en España para rescatar a cautivos, y decidieron que aquel Cristo era tan cautivo como el que más y le hicieron una propuesta a Muley Ismail. Darle su peso en oro. Cuenta la leyenda que la balanza se equilibró cuando exactamente se depositaron treinta monedas, realizándose varias veces la operación, siendo idéntico el resultado, por lo que de nuevo treinta monedas, las mismas que recibiera Judas para entregar a Jesús, sirvieron esta vez para salvar la venerada imagen. Debido a este episodio milagroso, se conoce a la imagen del Señor como la de Jesús del Rescate.
Llega a Madrid en el verano de 1682, con fama de milagrosa y desde entonces ha recibido culto en varios templos de la capital, hasta que en 1930 se levanta la actual basílica de estructura neoclásica, que fue elevada a Basílica Menor por el Papa Pablo VI en 1973. Despertó tanta devoción entre los madrileños, que en 1.710 se fundó la Congregación de Esclavos, siendo elevada en 1.928 a archicofradía primaria por Su Santidad Pío XI, con potestad de nombrar agrupación a cuantas asociaciones del mismo nombre y título así lo soliciten, llegando en la actualidad a contar con 42 cofradías agregadas en España.
Nuestro Padre Jesús de Medinaceli recibe culto en la Basílica que lleva su nombre. Al adentrarse se siente el calor devocional que hace saber que nos encontramos en uno de los templos hitos de la fe cristiana. No en vano, se celebran diariamente hasta un total de nueve misas, llegando hasta doce cada viernes del año. Su valor devocional le llevó a formar parte del Vía Crucis que presidió el Papa Benedicto XVI en Madrid durante la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud el 19 de agosto de2011. Popularmente conocido es el primer viernes de marzo, en el que se celebra la fiesta popular de Jesús. Es cuando tiene lugar el multitudinario besapié y donde numerosas personas aguardan colas de hasta diez horas para cumplir con la tradición de besar el pie derecho del Señor y realizar sus peticiones. Tradicionalmente asiste un miembro de la Familia Real Española para orar ante la imagen que se encuentra en sagrado besapié durante 24 horas de forma ininterrumpida.
Los viernes son días especiales para venerarla. La Iglesia recuerda en ese día la pasión y Muerte de Cristo, y los madrileños se acercan ese día en mayor número a reconciliarse con Dios, para participar en la Eucaristía y besar el pie de la imagen del Nazareno. En la jornada del Viernes Santo, el Cristo de Medinaceli devuelve la visita a los madrileños en una procesión multitudinaria.”[1]


[1] Artículo escrito por Jesús M. Montaño en Universo Gaditano.es, el 8 de enero de 2013




martes, 4 de marzo de 2014

SANTA CUARESMA 2014

SANTA CUARESMA 2014



Los horarios son los siguientes:

           8:30: Santa Misa e imposición de ceniza. 
   17:30: Imposición de ceniza para niños. 
      19:30: Santa Misa e imposición de ceniza.


Con la celebración del Miércoles de Ceniza, comenzamos el tiempo litúrgico de la Cuaresma que nos conducirá a la Semana Santa y a la Pascua. Todas estas fiestas son móviles porque no dependen del ciclo del sol sino de la luna.
Todas las religiones tienen su origen en la naturaleza que es donde los hombres de todos los tiempos han visto un reflejo de la divinidad. Es por esto que cuando el cristianismo, una religión que deriva del judaísmo, se institucionaliza entre los gentiles del imperio romano, termina adoptando el calendario latino que era solar, frente al hebreo que, como el musulmán, es lunar. La clave de todo este amplio ciclo festivo que se inicia con los Carnavales y termina con el Inmaculado Corazón de María está en la celebración de la Pascua.
Jesús murió un primer Viernes Santo anterior al Sábado de la Pascual judía, día en el que los hebreos recordaban su huida de Egipto. Esta salida masiva o Éxodo, dirigida por Moisés, se realizó una noche de luna llena de primavera, lo que les permitió avanzar  y pasar el Mar Rojo.
Cuando los primeros cristianos fijaron sus festividades decidieron mantener esta unión entre Pascua o Resurrección de Cristo y la Pascua Judía, estableciendo la primera el Domingo siguiente a la primera luna llena de Primavera. Esto es lo que explica la movilidad de la Semana Santa y con ella de todo el ciclo anterior y posterior:
El anterior incluye Carnaval, Miércoles de Ceniza, Viernes y Domingos de Cuaresma, y Viernes de Dolores.
El posterior tiene las celebraciones de los Domingos de Pascua, fiesta de la Divina Pastora (sábado anterior al IV Domingo de Pascua), Domingo del Buen Pastor (IV Domingo de Pascua), Ascensión del Señor (40 días después del Domingo de Resurrección), Pentecostés (50 días después del Domingo de Resurrección), Domingo de la Stma. (57 días después del Domingo de Resurrección), Corpus Cristi (60 días después del Domingo de Resurrección), Sgdo. Corazón de Jesús (viernes posterior a la octava del Corpus, por tanto 68 días después del Domingo de Resurrección) y Fiesta del Inmaculado Corazón de María (Sábado posterior al Sgdo. Corazón de Jesús).
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto. En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. De este modo preparamos nuestro cuerpo y nuestra mente para el gran cambio que supondrá la Resurrección de Cristo.
Los periodos de ayuno están presentes en todas las religiones, también en la judía y en la musulmana, y permiten de forma natural aligerar nuestro cuerpo de los excesos de carne o de bebidas alcohólicas. Podríamos decir de forma coloquial que fueron las dietas anuales de la antigüedad.
En nuestro caso la cuaresma comprende 46 días, por cuanto se estimó conveniente adelantar su inicio para que no coincidiese con el primer Domingo de Cuaresma. El primer día se debe ayunar y en la Iglesia nunca se ha ayunado un domingo por ser el día de la Resurrección de Cristo.